La esencia de la herencia colombiana: En el corazón de las exuberantes montañas de los Andes colombianos se encuentra la historia de los granos de café natural Caturra de Vivorigen. Estos granos no representan solo una bebida, sino una odisea: una rica historia de pasión colombiana, dedicación y la incansable búsqueda de la excelencia. Estos granos, cosechados a una imponente altitud de 1.800 metros, se nutren de condiciones climáticas únicas, donde el aire fresco, el suelo rico y las abundantes lluvias convergen para darles su perfil de sabor excepcional.
Un perfil de sabor enigmático: cuando prueba por primera vez el Vivorigen Caturra, se encuentra con una sinfonía de sabores. Los granos se presentan con notas brillantes de frutas rojas y amarillas, que recuerdan a un huerto bañado por el sol y repleto de frutos maduros. Esta apertura afrutada se complementa ingeniosamente con una textura cremosa que es a la vez indulgente y atractiva. A medida que la infusión baila en el paladar, surge una acidez láctica distintiva que, en lugar de dominar, equilibra perfectamente el cuerpo medio del café. El tueste medio realza aún más estos sabores intrínsecos, brindándoles calidez, profundidad y un aroma tentador que promete una experiencia de preparación inolvidable.
Un testamento de tradición: Más allá del sabor se esconde la historia. Los granos Caturra de Vivorigen deben su calidad inigualable a la finca El Legado, un nombre que resuena con legado y compromiso. Esta finca, arraigada en la tradición del cultivo de café colombiano, se enorgullece de emplear el método de procesamiento natural, que permite que los granos se sequen naturalmente al sol, conservando sus sabores intrínsecos y dándoles su sabor distintivo. La elección de la variedad Caturra subraya aún más el compromiso con la calidad. Reconocidos por su resistencia y calidad superior, los granos Caturra son un testimonio de la dedicación de la finca a ofrecer solo lo mejor a los entusiastas del café de todo el mundo.